LA ACCIÓN COMUNICATIVA EN LA PERSPECTIVA
HABERMAS-PASCUALI-PAOLI
Partiendo
del concepto de comunicación y observando su evolución a lo largo del tiempo
llegamos a una de las teorías que se desarrollaron en el panorama europeo, la
teoría critica. Sus teóricos pertenecen a la escuela de Frankfurt, entre los
que encontramos a Habermas, Pascuali y Paoli, que muestran un punto de vista
totalmente distinto a los que hasta entonces se habían dado. Es preciso aclarar
que la teoría crítica establece relaciones entre los medios de comunicación y
el poder, quedando los individuos convertidos en objetos que los burgueses, a
través de los medios, dominan a su antojo creando en ellos un pensamiento
uniforme.[1] Estos tres teóricos
afrontaron los medios de comunicación desde varias perspectivas, las cuales
analizaremos a continuación a través de la acción comunicativa.
En
primer lugar pasaré a exponer la explicación de Habermas sobre la acción comunicativa.
Habermas dividió la “acción racional con arreglo a fines” en tres acciones y cada una de ellas correspondía
a un fin. En este tipo de acción racional, el sujeto busca alcanzar un fin
mediante un medio y en un ámbito determinado, sin atender a las consecuencias
que pueda conllevar.[2] Entre estas tres acciones
se encuentra la propia acción comunicativa. Las tres acciones son la acción
instrumental, que está orientada al éxito y pretende alcanzar un fin mediante
la manipulación; la acción estratégica, también orientada al éxito pero ubicada
en el entorno social, actúa bajo la acción racional y no persigue la
consecución directa del fin, sino influenciar en las decisiones del receptor; y
por último la acción comunicativa, que está orientada hacia el entendimiento y
a través de un acuerdo llega a un saber común que está expuesto a la crítica.[3]
Pero
esto no fue todo lo que Habermas aportó sobre la acción comunicativa. Para
profundizar más en este término es necesario hacer hincapié en la “acción sociales
con arreglo a fines”. Habermas hace una subdivisión dentro de la acción
estratégica, en la que se pueden distinguir la acción abiertamente estratégica
y la acción estratégica encubierta.
La
acción abiertamente estratégica es explicada por Cisneros declarando que “el
primero (emisor) señala abiertamente la decisión que desea que tome el segundo
(receptor) mediante su influencia”.[4] Cisneros pone como
ejemplos de esta acción estratégica el mercado y el marketing político, donde
el fin es persuadir al espectador y para ello le investigan y hacen lo
necesario para alcanzar su fin.
Sin
embargo, al contrario que en la acción abiertamente estratégica, en la acción
estratégica encubierta el emisor no declara explícitamente cuál es el fin que
busca alcanzar. De hecho este fin se trata de ocultar o camuflar como si se
tratase de una acción comunicativa para que finalmente el receptor obtenga un
beneficio, el fin que desea. A su vez, esta acción estratégicamente encubierta
se divide en engaño inconsciente y engaño consciente. [5]
El
engaño inconsciente es una comunicación distorsionada, ya que el receptor no
está siendo consciente de que está haciendo uso de la acción estratégica puesto
que el mismo considera que está empleando la comunicativa y que el fin no es
beneficiarse el mismo si no ayudar a receptor. Sin embargo en el engaño
consciente el emisor si está siendo consciente de que está manipulando al
receptor y es precisamente lo que pretende, para así favorecer su propio
interés.[6]
Habermas
también explica la acción estratégica a través de la acción dramatúrgica, en la
cual interacciona un actor con un grupo social. Este actor proyecta una imagen
de sí mismo hacia su público que no es real, influyendo en ellos y haciéndoles
creer que realmente es así. De esta forma no son conscientes de que está
realizando una acción estratégica.
Retomando
el concepto de acción comunicativa de Habermas para detallarlo tal y como
Cisneros lo hizo, podemos decir que su fin no es el éxito, si no el saber común
y existe reciprocidad entre los sujetos. “En la acción comunicativa se logra un
saber común, y se reconocen pretensiones de validez susceptibles de crítica”.
Existen tres pretensiones de validez “de que el enunciado que hace es
verdadero, de que la acción pretendida es correcta, de que la intención
manifiesta del hablante es, en efecto, la que el hablante expresa”.
Pasquali
entendía la comunicación como una interacción recíproca entre un emisor y un
receptor del tipo del con-saber, es decir, de saber compartido. Defiende la ley
de bivalencia por la que el receptor puede ser emisor y viceversa.
Este tipo de comunicación solo es posible entre seres racionales, no es posible que se dé con la naturaleza o con la materia bruta.
Este tipo de comunicación solo es posible entre seres racionales, no es posible que se dé con la naturaleza o con la materia bruta.
Existen
varias similitudes entre las definiciones que dieron Pasquali y Habermas, entre
las que destacan la interacción biunívoca de pasquali con la reciprocidad de Habermas;
los actores y los transmisores-receptores. Los dos afirman que no es posible la
comunicación con la naturaleza o con la materia bruta, sino que lo consideran
como un proceso monovalente según Pasquali e instrumento según Habermas. Y por
último, ambos defienden la existencia de un con-saber o saber común.
La
única diferencia que se ha encontrado entre ambos es que Pasquali considera que
el proceso de comunicación es el que tiene poder sobre los medios, y que los
seres racionales son los únicos con capacidad de influir en el comportamiento
comunicacional. Es necesario que exista una disposición al entendimiento, la
cual da importancia al significado ético del concepto de conocimiento, por las
que son destacables las investigaciones de Paoli.
Paoli
cree que es necesario un respeto mutuo para que se dé la comunicación, dando
valor a lo realmente valioso para las personas. “La verdadera
comunicación es reconocer el valor en nosotros. Y dar valor es generar verdad.”
Lo que produce la verdad y el conocimiento es el respeto y el reconocer estos
valores y esto debe ser reciproco. Considera que los medios de comunicación no
se encuentran en el proceso de comunicación.[7]
En
resumen, estos tres ideólogos pusieron sobre la mesa un nuevo punto de vista de
la acción comunicativa que puede ser controvertido y difícil de comprender por
algunos. Es una definición más a las muchas que se han realizado pero son
destacables las ideas de que tiene que ser recíproca, solo entre seres
racionales y sobre todo, que debe ser valorada y respetada.
Nuria Garrido Castro
Nuria Garrido Castro
[1] MOSCOSO,
Purificación. Apuntes de la asignatura Teorías de la comunicación. UAH. Curso
2016-2017. Disponible en el aula virtual de la UAH.
[2] Habermas,
Jurgen. Teoría de la Acción Comunicativa.
[3] CISNEROS,
J. “El concepto de comunicación: El cristal con que se mira.”, Ámbitos,
Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002, p. 65
[4] CISNEROS,
J. “El concepto de comunicación: El cristal con que se mira.”, Ámbitos,
Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002, p. 66
[5] CISNEROS,
J. “El concepto de comunicación: El cristal con que se mira.”, Ámbitos,
Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002, p. 66
[6] CISNEROS,
J. “El concepto de comunicación: El cristal con que se mira.”, Ámbitos,
Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002, p. 67
[7] CISNEROS,
J. “El concepto de comunicación: El cristal con que se mira.”, Ámbitos,
Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002, p. 68